La estimulación temprana es una técnica específica que tiene por finalidad ayudar al niño que tiene problemas en su desarrollo a lograr alcanzar la etapa en la que debe estar de forma autónoma. Esta estimulación debe crear situaciones apropiadas para que el niño responda de manera independiente y con una ayuda mínima. Por esto nos enfocaremos a estimulación temprana como primera infancia.
Un niño bien estimulado es aquel que se rodea de afecto y recibe experiencias enriquecedoras que le permiten desarrollar su potencial.
Por consiguiente, debemos conocer un poco sobre las etapas de nuestros bebés. Al nacer el bebé tiene la habilidad de oír, ver, saborear y tocar y todo les intriga. Cada día trae una nueva sorpresa. En estos primeros seis meses hay una gran transformación siendo más activo cada día que pasa. Su personalidad también se está formando. Sus juguetes en estos primeros meses deben darles toda una experiencia sensorial, combinando sonidos, texturas y colores que promoverán el desarrollo de este nuevo mundo. Durante el primer mes los niños ofrecen movimientos sin control con sus manos y sus piernas, levantan la cabeza momentáneamente. Reconocen texturas y sonidos. Al mes siguiente ya disfrutan del baño, giran los ojos hacia arriba, abajo y a los lados siguiendo los objetos. Reconocen a sus padres y empiezan a tener movimientos controlados. Al tercer mes disfrutan de objetos de los libros, se meten objetos en la boca, sus manos son más flexibles y se empujan con sus pies. Al cuarto mes les atraen los colores y enfocan objetos a una distancia mayor. La música los serena, los juguetes son de interés y vuelve la cabeza al escuchar sonidos. Al quinto mes se puede sentar por períodos de 15 minutos. Disfruta explorando objetos al buscarlos, tocarlos, saborearlos. Puede pasar un objeto de una mano a otra como juguetes que puede sacudir, agarrar o tirar.
Al transcurrir medio año su bebé se convierte en una personita sociable, vocalizando sus emociones con gritillos, suspiros y gruñidos. Le gusta verse en el espejo y puede recoger objetos pequeños. Estos son los meses en que les gusta una cobijita especial, una almohada o su animalito de peluche. Son los meses para entender la conexión entre causa y efecto. Es el momento para cultivar el lenguaje. Hay libros especialmente diseñados para estos bebés. Ya al sexto mes examina otras cosas que le estén tocando el pelo, las orejas, boca, nariz, etc. Rechaza objetos y se ríe sin motivo, grita y expresa sus sentimientos. Al sétimo mes comienza a reconocer su nombre tiende a imitar sonidos y vocaliza algunos como ma/mu/da. Al octavo mes disfruta escuchando rimas y canciones y juegos de tirar objetos. Es tiempo de gatear y encontrar objetos en su camino. Al noveno mes entiende el significado del nombre de objetos y de sus familiares. Trata de imitar otros sonidos como tos y puede recoger sus juguetes. Al décimo mes señala sus partes del cuerpo y disfruta de ver libros por si mismo. Tira objetos con el fin de que alguien se los regrese. Y al onceavo mes puede pasar las hojas de los libros. Le gusta abrir y cerrar objetos. Entiende cuando se le dice NO y le gusta apuñar sus juguetes.
El desarrollo del niño es un proceso paulatino y continuo en cuanto a cantidad y calidad de conductas que va desarrollando durante su vida. Este está unido a una serie de etapas que permiten señalar el ritmo de desarrollo de cada niño según su edad. Esas etapas reflejan: reflejos, motora gruesa, motora fina, cognoscitiva, lenguaje, socio-afectiva, y hábitos de salud y nutrición.
Estas etapas se caracterizan de la siguiente manera: Los Reflejos son respuestas automáticas (mecánicas) a las cuales responden solamente los recién nacidos y constituyen la base de la conducta futura. La Motora gruesa incluye habilidades que va adquiriendo el niño para mover armoniosamente los músculos del cuerpo tales como mantener el equilibrio de la cabeza, el tronco, extremidades que le permiten desplazarse con facilidad. La Motora fina abarca destrezas que va adquiriendo el niño progresivamente en el uso de las manos para tomar los objetos, sostenerlos y manipularlos en forma cada vez más precisa. La Cognoscitiva es un proceso gradual mediante el cual el niño va adquiriendo conocimientos acerca de sí mismo, de los demás y del mundo en que vive. Incluye el estilo que el pequeño usa para aprender, pensar e interpretar las cosas. El Lenguaje incluye todas las conductas que le permiten al niño comunicarse con las personas que lo rodean. Estas comprenden los sonidos que emite, escucha e interpreta y los gestos que acompañan la conversación, la Socio-afectiva es el proceso mediante el cual aprende a comportarse en grupo además de ir adquiriendo cierto grado de independencia que le permite tomar algunas decisiones y comprende distintas cosas como su nombre, apellido, sexo, lo que es bueno y lo que es malo. Los hábitos de salud y nutrición sonconductas que ayudan a conservar su salud física entre ellas la alimentación, sueño y limpieza.
Sabiendo un poquito de estas áreas del desarrollo nos ayudará a guiarnos al tratar de que nuestros niños estén y se sientan bien.